Integración de la psicoterapia positiva dentro de la empresa

Incorporando la psicoterapia en la empresa
El coaching empresarial, ha incorporado la psicoterapia positiva para potenciar las fortalezas de los empleados en lugar de centrarse solo en sus debilidades. Esto fomenta un ambiente laboral más motivador y mejora la satisfacción y el rendimiento.
La psicoterapia positiva, desarrollada por psicólogos como Martin Seligman, se centra en cultivar emociones positivas, resiliencia y un sentido de propósito, lo que resulta especialmente valioso en entornos laborales donde el estrés y la presión son comunes. En el coaching empresarial, este enfoque se traduce en identificar y amplificar las fortalezas individuales de los empleados, como la creatividad, la capacidad de trabajo en equipo o la resolución de problemas, para que puedan contribuir al éxito de la organización desde un lugar de confianza y autenticidad.
Enfocarse en lo positivo, no en lo negativo
Por ejemplo: en lugar de enfocarse únicamente en corregir errores o superar déficits, un coach que utiliza la psicoterapia positiva, podría guiar a un empleado para que reconozca cómo su empatía natural puede mejorar las dinámicas de equipo o cómo su curiosidad puede impulsar la innovación en proyectos. Este enfoque, no solo eleva la autoestima del empleado, sino que también crea un entorno laboral donde las personas se sienten valoradas por lo que aportan, en lugar de ser juzgadas por lo que les falta.
Además, la psicoterapia positiva en el coaching empresarial, incorpora prácticas como la gratitud y el reconocimiento. Los coaches, pueden implementar ejercicios donde los equipos expresen aprecio mutuo, lo que fortalece las relaciones interpersonales y reduce conflictos. Estudios recientes, como los publicados por la American Psychological Association en 2024, muestran que las empresas que aplican estos principios reportan un aumento del 15-20% en la satisfacción laboral y una disminución del 10% en la rotación de empleados.
¿Qué es el mindset?
Otro aspecto clave, es el fomento de un «mindset» de crecimiento. Los coaches, utilizan herramientas de psicoterapia positiva para ayudar a los empleados a ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje, lo que mejora su resiliencia frente a las adversidades laborales. Por ejemplo, durante una reestructuración organizacional, un coach podría guiar a un líder para que enfoque su equipo en las oportunidades de desarrollo que surgen del cambio, en lugar de permitir que el miedo al fracaso domine las conversaciones.
En la práctica, este enfoque también incluye actividades como diarios de fortalezas, donde los empleados registran diariamente sus logros y habilidades aplicadas, o sesiones de coaching grupal que celebran los éxitos colectivos. Estas estrategias no solo mejoran el bienestar individual, sino que también crean una cultura organizacional más positiva, donde la motivación intrínseca impulsa el rendimiento sostenible a largo plazo.
Profundizando en las herramientas de la psicoterapia positiva
Una de las herramientas más efectivas en este enfoque es el modelo PERMA, también desarrollado por Seligman, que se centra en cinco pilares del bienestar: Positive Emotions (emociones positivas), Engagement (compromiso), Relationships (relaciones), Meaning (sentido) y Accomplishment (logro). En el contexto del coaching empresarial, los coaches aplican este modelo para diseñar intervenciones que aborden cada uno de estos aspectos.
Por ejemplo, para fomentar las emociones positivas, un coach podría guiar a los empleados en ejercicios de visualización donde imaginen su «mejor versión posible» en el trabajo, lo que genera entusiasmo y esperanza. Para el compromiso, se pueden organizar actividades que permitan a los empleados sumergirse en tareas que les apasionen, aprovechando el estado de «flujo» (flow), donde pierden la noción del tiempo al estar completamente absortos en una actividad.
Reglas y dinámicas de grupo
En cuanto a las relaciones, los coaches suelen facilitar dinámicas de equipo que fortalezcan los lazos entre colegas. Un ejercicio común es el «círculo de gratitud», donde cada miembro del equipo comparte algo que aprecia de los demás, creando un ambiente de apoyo y confianza. Para el pilar del sentido, el coach podría trabajar con los empleados para alinear sus objetivos personales con la misión de la empresa, ayudándoles a encontrar un propósito más profundo en su trabajo. Finalmente, el logro se fomenta celebrando tanto los grandes éxitos como los pequeños avances, lo que refuerza la sensación de progreso y competencia.
Impacto en el liderazgo
La psicología positiva también ha transformado la forma en que los coaches abordan el desarrollo del liderazgo. Tradicionalmente, el liderazgo se asociaba con la capacidad de tomar decisiones difíciles y corregir problemas, pero el enfoque positivo pone énfasis en liderar desde la inspiración y el ejemplo. Un líder que aplica principios de psicología positiva busca empoderar a su equipo, destacando sus fortalezas y creando un entorno donde todos puedan brillar.
Por ejemplo: un líder podría usar la técnica de «fortalezas compartidas», donde identifica las habilidades únicas de cada miembro del equipo y las combina para abordar proyectos desafiantes. Esto no solo mejora los resultados, sino que también fomenta un sentido de colaboración y pertenencia. Además, los líderes entrenados en este enfoque tienden a ser más auténticos y empáticos, lo que genera una mayor lealtad entre los empleados.
Trabajar en equipo reconociendo fortalezas
Un caso práctico, podría ser el de una empresa tecnológica que enfrentaba alta rotación entre sus desarrolladores. Un coach empresarial, utilizando la psicoterapia positiva, trabajó con los líderes para implementar un programa de reconocimiento basado en fortalezas. Cada mes, se destacaban las contribuciones únicas de los empleados, como la capacidad de uno para resolver bugs complejos o la creatividad de otro para diseñar interfaces intuitivas. En seis meses, la empresa vio una reducción del 12% en la rotación y un aumento del 18% en la productividad, según datos internos.
Aplicaciones prácticas en el día a día
El impacto de la psicoterapia positiva en el coaching empresarial, no se limita a sesiones formales; también se traduce en prácticas diarias que los empleados pueden adoptar. Por ejemplo, los coaches suelen enseñar a los empleados a practicar la «pausa positiva», un momento breve durante el día para reflexionar sobre algo que les haya ido bien o por lo que estén agradecidos. Esto, puede ser tan simple como tomar cinco minutos para escribir tres cosas positivas que hayan ocurrido en la jornada, lo que ayuda a cambiar el enfoque hacia lo constructivo, incluso en días difíciles.
Otra práctica común, es el uso de afirmaciones positivas. Los empleados son guiados para crear frases que refuercen sus fortalezas, como «Soy un comunicador claro y efectivo» o «Aporto creatividad a mi equipo». Repetir estas afirmaciones regularmente, puede reprogramar patrones de pensamiento negativos y aumentar la confianza en uno mismo.
Además, los coaches pueden introducir dinámicas de gamificación basadas en la psicología positiva. Por ejemplo: un equipo de ventas podría participar en un «desafío de gratitud», donde cada miembro debe reconocer públicamente una acción positiva de un colega cada semana. Esto, no solo mejora el ambiente laboral, sino que también incentiva comportamientos colaborativos y refuerza una cultura de aprecio.
Retos y consideraciones
Aunque la psicoterapia positiva ofrece múltiples beneficios, su implementación en el coaching empresarial no está exenta de desafíos. Uno de los principales riesgos es caer en el «positivismo tóxico», donde se ignoran o minimizan los problemas reales en nombre de mantener una actitud positiva. Un buen coach debe equilibrar el enfoque en las fortalezas con la capacidad de abordar dificultades de manera realista, asegurándose de que los empleados no sientan que sus preocupaciones son invalidadas.
Otro desafío, es la resistencia cultural. En algunas organizaciones, especialmente aquellas con estructuras jerárquicas rígidas o entornos altamente competitivos, puede haber escepticismo hacia un enfoque que priorice el bienestar y las emociones positivas. En estos casos, el coach debe trabajar de manera gradual, demostrando el impacto tangible de estas prácticas a través de resultados medibles, como mejoras en la productividad o la retención de talento.
Finalmente, la formación del coach, es crucial. Aplicar la psicología positiva de manera efectiva requiere un conocimiento profundo de sus principios y técnicas, así como la capacidad de adaptarlas a las necesidades específicas de cada empresa. Los coaches, deben estar capacitados para identificar las fortalezas de los empleados de manera precisa y diseñar intervenciones que sean prácticas y relevantes.
Conclusión
La integración de la psicoterapia positiva en el coaching empresarial, representa una evolución significativa en la forma en que las organizaciones abordan el desarrollo de sus equipos. Al centrarse en las fortalezas, fomentar emociones positivas y crear una cultura de gratitud y propósito, este enfoque no solo mejora el bienestar de los empleados, sino que también impulsa el rendimiento organizacional. A medida que las empresas enfrentan desafíos cada vez más complejos, como la digitalización y la necesidad de entornos laborales más humanos, la psicoterapia positiva, se posiciona como una herramienta clave para construir equipos resilientes, motivados y conectados. Si estás interesado en implementar estas prácticas, el primer paso es encontrar una/un coach capacitada/o que pueda guiar a tu organización hacia un futuro más positivo y productivo.
Ejercicio 1: Visualización de fortalezas
Instrucciones:
- Encuentra un lugar tranquilo y siéntate cómodamente con los ojos cerrados.
- Respira profundamente durante un minuto, inhalando por la nariz y exhalando por la boca.
- Visualiza una luz dorada que te rodea, representando tu energía positiva y fortalezas internas.
- Pregúntate: «¿Cuáles son mis mayores fortalezas?» Deja que vengan a tu mente imágenes o palabras (por ejemplo, creatividad, empatía, resiliencia).
- Imagina cómo estas fortalezas brillan más intensamente dentro de la luz dorada, expandiéndose a tu entorno laboral.
- Termina dando gracias a ti mismo por estas cualidades y abre los ojos con una sonrisa.
Frecuencia: Practica este ejercicio 3 veces por semana para reforzar tu confianza.
Ejercicio 2: Círculo de gratitud
Instrucciones:
- Reúne a tu equipo en un espacio seguro (puede ser virtual o presencial).
- Cada persona tiene 1-2 minutos para compartir algo que aprecie de sí misma y de otro miembro del equipo.
- Escuchen activamente sin interrumpir, mostrando aprecio con un gesto como un aplauso o un «gracias».
- Cierra la sesión con un compromiso colectivo de reconocer fortalezas diariamente.
Frecuencia: Realiza este ejercicio una vez al mes para fortalecer la cohesión del equipo.
Invitación: Únete al camino del coaching positivo
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