Cansada de fingir que todo está bien en la pareja
Como psicoterapeuta, acompaño a muchas mujeres y hombres que llegan a consulta con una misma frase: “Estoy cansada de fingir que todo está bien en la pareja, en mi relación. Siento que ya no soy yo, que actúo como actriz en un escenario, pero sin emoción ni ganas.” El desgaste emocional dentro de una pareja, es más común de lo que pensamos. No se trata solamente de peleas o discusiones; a veces el silencio, la rutina y la indiferencia desgastan más que los gritos.
En este post, quiero guiarte a reflexionar: ¿ese cansancio que sientes viene de la rutina, del agotamiento diario… o es una señal de que el amor ha terminado?
¿Por qué fingimos dentro de la pareja?
Fingir no siempre significa engañar en el sentido clásico, sino ocultar lo que sentimos realmente.
Podemos fingir:
- Una sonrisa cuando estamos heridas.
- Interés en conversaciones que ya no nos nutren.
- Deseo sexual cuando en realidad sentimos rechazo.
- Esperanza en un futuro compartido cuando, en el fondo, ya no lo visualizamos.
Existen múltiples razones, por las que alguien puede llegar a fingir dentro de la relación:
- Miedo a herir al otro.
Muchas veces preferimos callar, sostener una apariencia de calma, porque no queremos dañar a nuestra pareja. - Costumbre y zona de confort.
Nos acostumbramos a una rutina, incluso si es dolorosa. Cambiar implica enfrentar lo desconocido, y lo desconocido da miedo. - Creencias sociales o familiares.
Algunas personas crecieron con la idea de que “el amor todo lo soporta”, “la familia nunca se rompe” o “hay que aguantar por los hijos”. Estas creencias pueden llevarnos a quedarnos en vínculos que ya no tienen vida. - Dependencia emocional.
Cuando sentimos que no seríamos capaces de vivir solas o solos, preferimos fingir, antes que arriesgarnos a estar sin la pareja. - Esperanza en que cambie.
El clásico “quizás más adelante todo mejore”. Pero si esa esperanza se prolonga demasiado, lo único que genera es desgaste.
Señales de que estamos cansadas
- Te sientes agotada emocionalmente después de pasar tiempo con tu pareja, en lugar de sentir calma o alegría.
- Prefieres estar sola o con otras personas antes que compartir momentos íntimos.
- La comunicación se ha reducido a lo básico (temas de la casa, cuentas, hijos).
- Tienes la sensación de estar actuando, de que ya no eres auténtica dentro de la relación.
- Fantaseas con cómo sería tu vida sin esa persona, y esas fantasías te generan alivio.
- No hay proyectos comunes ni ilusión por el futuro.
Estas señales no siempre significan que el amor se acabó. A veces lo que terminó es la forma de relacionarse, no el vínculo en sí.
¿Estamos cansadas… o el amor terminó?
Aquí la diferencia es crucial:
- Cansancio: puede estar relacionado con factores externos (estrés laboral, falta de tiempo personal, cargas familiares) o con dinámicas de pareja que pueden trabajarse (mejorar la comunicación, recuperar la intimidad, renegociar acuerdos).
- Amor terminado: se percibe cuando, aún habiendo intentado cambios, no existe deseo de reconstruir. Hay indiferencia, rechazo profundo, falta de admiración y ausencia de proyectos compartidos.
El reto, está en reconocer qué de estas dos experiencias estamos viviendo.
El impacto psicológico de fingir en la pareja
Fingir durante largos periodos, puede tener consecuencias importantes:
- Ansiedad: porque lo que se siente y lo que se muestra están en conflicto.
- Depresión: cuando la vida de pareja se percibe como una carga imposible de cambiar.
- Pérdida de identidad: dejamos de ser nosotras mismas por adaptarnos al rol que creemos que debemos desempeñar.
- Desgaste físico: insomnio, cansancio crónico, dolores de cabeza o problemas digestivos pueden ser somatizaciones de este malestar emocional.
Ejercicio 1: El espejo de la verdad
Objetivo: reconocer si lo que finges viene del cansancio o de la falta de amor.
- Busca un lugar tranquilo, con un espejo.
- Mírate a los ojos durante 3 minutos en silencio.
- Luego responde por escrito:
- ¿Qué siento realmente hacia mi pareja en este momento?
- ¿Estoy callando algo por miedo, costumbre o dependencia?
- Si hoy me liberara de ese miedo, ¿qué decisión tomaría?
Este ejercicio confronta, pero abre claridad.
Ejercicio 2: Diario de autenticidad
Objetivo: recuperar la voz interna que se silencia al fingir.
- Durante una semana, escribe cada noche una página titulada: “Hoy me callé…”
- Anota frases, emociones o pensamientos que no expresaste a tu pareja.
- Al final de la semana, revisa lo escrito y clasifícalo:
- Lo que callo porque estoy cansada.
- Lo que callo porque ya no amo.
Este ejercicio te ayudará a diferenciar qué pertenece al agotamiento y qué al fin del vínculo.
¿Qué hacer si descubrimos que el amor terminó?
Aceptar que el amor terminó no es un fracaso. Es reconocer que una etapa vital se cerró.
Lo importante es hacerlo con respeto, comunicación y responsabilidad emocional.
Cerrar un ciclo amoroso de manera consciente permite:
- Recuperar la autenticidad.
- Sanar heridas.
- Reconstruir proyectos personales.
- Abrir espacio a nuevas formas de amar.
Propuesta de taller: Taller online: “Dejar de fingir: Cómo reconocer y sanar el desgaste en la pareja”
Objetivo: brindar herramientas para identificar si el cansancio en la pareja es pasajero o si es señal del final del vínculo, y guiar un proceso de autenticidad y sanación.
Contenido:
- Identificar las raíces del cansancio en la pareja.
- Diferenciar entre agotamiento relacional y falta de amor.
- Estrategias para comunicar sin herir.
- Ejercicios de autenticidad y autocuidado.
- Opciones terapéuticas y decisiones conscientes.
Duración: 2 horas (incluye teoría, ejercicios prácticos y espacio de preguntas).
Modalidad: Online (plataforma Google Meet).
Incluye: material descargable
Precio: 60 € por participante.
Conclusión
Estar cansada de fingir, no significa necesariamente que el amor se haya acabado. Puede ser una llamada interna a cambiar dinámicas, hablar con honestidad y priorizar la autenticidad.
Pero, si al hacer los ejercicios descubres que lo que finges es amor donde ya no lo hay, entonces lo más honesto contigo misma es reconocerlo y dar un paso hacia tu libertad emocional.
Recuerda: no estás sola en este proceso. Buscar ayuda terapéutica puede darte claridad, sostén y acompañamiento.
El amor verdadero empieza en ti, y desde ahí se proyecta hacia el otro.